Después de más de veinte años en el sector de seguros, creo que puedo decir que me conozco casi todos los tópicos que de él se dicen, tanto por parte de los clientes como de algunos tramitadores o peritos. La desconfianza mutua (Asegurados-Compañías) creo que se acentúa en tiempos de crisis, quizás porque las personas usamos más las prestaciones contratadas ante las necesidades actuales y en algunos casos se utilice el fraude como medio de subsistencia. También, creo que algunas compañías dicen más veces NO, a la existencia de cobertura ante la bajada de recaudación de primas y como medio de reducción de gastos.  Seguros y personas

Por supuesto que el sector asegurador no es el único sujeto a las críticas sociales, también lo son la Banca, empresas de telecomunicaciones, abogados y un largo etcétera, producto de una sociedad en la que tendemos a valorar poco o muy poco el trabajo de los demás, de forma poco objetiva y casi siempre generalizando.

Pero quiero transmitir un mensaje positivo de mi sector, en el que vengo realizando mi profesión como he dicho anteriormente hace más de dos décadas, y es que es un bien necesario para nuestro futuro, o un mal necesario para los que vean la botella medio vacía, pero en cualquier caso NECESARIO, pues nos solventa problemas económicos de cualquier intensidad ( Muertes, lesiones, invalidez, daños materiales a las propiedades personales y las de las empresas) y también nos permite diseñar los ahorros de los que disfrutaremos cuando lleguemos a la jubilación.

¿Qué pasaría con las víctimas de accidentes de circulación si este seguro no fuese obligatorio?

Pero además el sector asegurador da trabajo a una cantidad muy importante de personas en España y en el mundo, tanto directamente como indirectamente, por ejemplo todos los empleados de la Compañías, Peritos, Abogados, Reparadores de daños diversos, reparadores de Automóviles, Corredores, Agentes y empleados de estos.

Las personas a nivel particular pueden contratar sus seguros a través de varios canales de distribución, es decir a la hora de elegir su póliza los pueden hacer en su oficina bancaria, en la propia compañía de seguros, a través de línea telefónica o internet o por medio de los canales tradicionales como son los mediadores de seguros Agentes y Corredores. Cada uno de estos canales de venta tiene unas características que el cliente debería saber antes de contratar, No voy a ser yo como parte interesada en decir cuál es la mejor para el cliente, pero creo que él debe saber que obligaciones y deberes tienen cada uno de los distribuidores de seguros con su cliente, antes, durante y después de la venta, salvo que lo único que le importe sea el precio en ese caso solo debe esperar la mejor oferta venga de donde venga.

Creo que todas las personas cuando tienen un siniestro, sobre todo si es importante en cuanto a la pérdida económica que le genera, desearía tener a su lado a alguien en quien confiar, sabiendo que va a defender sus intereses de la misma forma que si lo hiciese para él y es precisamente esa parte, la que salvo raras excepciones no se valora a la hora de suscribir las pólizas de seguros, ni se suele perder mucho tiempo en profundizar ni en las coberturas ni en los valores de indemnización de cada una de ellas que es parte de las mayores diferencias entre contratos de seguros.